Samsung ha lanzado al mercado este pasado mes de junio el nuevo teléfono móvil y cámara de fotos de 12 megapixeles y pantalla AMOLED de 3.1 pulgadas. La pantalla AMOLED es sin duda táctil y de buen seguro que será un elemento clave en el control de los muchos parámetros fotográficos que nos ofrece este teléfono de Samsung.
Algunas de sus características es que es un teléfono con conectividad WiFi y HSPA, con posibilidad de reproducir vídeo con resolución de 720×480 píxeles a 30 fps, GPS y radio FM con RDS. La memoria interna es de tan solo 150 MB y viene con ranura para tarjetas microSD.
Pero lo verdaderamente llamativo de este teléfono es su cámara de 12 megapixeles, las características de la cual es idéntica a la hora de tomar fotografías que las de una cámara compacta. Un elemento que nos gusta mucho es el angular de 28 mm que nos ofrece el teléfono. También la velocidad de respuesta parece que será buena, con un tiempo de espera entre foto y foto de solo dos segundos. No se puede olvidar mencionar que incorpora flash de Xenon.
Las mejoras en la toma de fotografías parecen evidentes, pero ya veremos si la calidad de las fotos merece realmente la pena, pues solamente se ha aumentado la cantidad de pixeles de las imágenes (y por tanto el tamaño del archivo resultante, que en un teléfono móvil es bastante crítico) y no el tamaño del sensor, que es lo que nos daría más calidad en general.
Las mejoras en la toma de fotografías parecen evidentes, pero ya veremos si la calidad de las fotos merece realmente la pena, pues solamente se ha aumentado la cantidad de pixeles de las imágenes (y por tanto el tamaño del archivo resultante, que en un teléfono móvil es bastante crítico) y no el tamaño del sensor, que es lo que nos daría más calidad en general.
Lo más negativo de esta gran novedad es su precio ya que no estará disponible a cualquier bolsillo pues su precio es de unos 640 euros.
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